Conozca al MVP más joven de la Supercopa
- Lorena Machado
- 29 sept
- 2 Min. de lectura

Sergio De Larrea cerró un verano inolvidable con un logro que lo marca para siempre en el baloncesto español. Con solo 19 años, se convirtió en el MVP más joven de la historia de la Supercopa Endesa tras liderar al Valencia Basket en la victoria sobre el Real Madrid. Su actuación fue clave para que el club levantara su segundo título en este torneo, en un partido que terminó 98-94 y exigió concentración hasta los últimos segundos.
Tras el juego, el base analizó lo que vivió el equipo durante la final. Reconoció que el encuentro tuvo alta intensidad desde el inicio, con dos plantillas compitiendo al límite. Explicó que el trabajo del último mes y los ajustes de los días previos se reflejaron en el momento decisivo. Para él, lo que se vio en la cancha fue consecuencia directa de la preparación y la convicción con la que encararon el torneo.
Su crecimiento también se entiende a partir del verano que vivió con la selección en el Eurobasket. De Larrea contó que la convocatoria fue inesperada, pero asumió el reto con calma y mentalidad abierta. Habló de cómo entendió que hay oportunidades que solo aparecen una vez y que su intención siempre fue demostrar que estaba listo para competir al máximo nivel. Esa experiencia, según él, reforzó su confianza antes del inicio de temporada.
Uno de los nombres clave en su desarrollo ha sido Sergio Scariolo. De Larrea recordó la confianza que le dio el entrenador desde hace varios años, cuando lo incluyó en programas de formación como Golden Boys. Contó que hablaron después de la final y que el técnico lo felicitó por su desempeño. Aseguró sentirse agradecido por el respaldo y por haber tenido la oportunidad de crecer bajo su mirada.
A pesar del reconocimiento individual, el base insistió en que el MVP refleja el rendimiento colectivo del grupo. Señaló que varios compañeros pudieron haber recibido el premio y que el mérito es compartido. Definió al vestuario como una familia con un objetivo común y destacó que el compromiso general fue lo que los llevó a competir de igual a igual contra uno de los equipos más exigentes del continente.
Sobre la final, explicó que sabían que el Real Madrid los obligaría a jugar con altibajos por su ritmo físico y su capacidad para cambiar el partido en pocos minutos. Describió el duelo como una montaña rusa, con ventajas y desventajas constantes. Para él, la clave estuvo en recuperar su identidad de juego rápido, reencontrarse con las transiciones y aprovechar los pequeños detalles que terminaron marcando el resultado final.
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