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El legado de LeBron tras iniciar la temporada 23

Foto: Christopher Hanewinckel-Imagn Images
Foto: Christopher Hanewinckel-Imagn Images

LeBron James está listo para comenzar su temporada número 23 en la NBA, una muestra más de una longevidad que parece desafiar cualquier precedente. Su presencia sigue alimentando el viejo debate del jugador más grande de todos los tiempos, aunque muchos prefieran dejar atrás las comparaciones y simplemente disfrutar de figuras como Michael Jordan, Bill Russell y el propio LeBron, cada uno dueño de marcas que hoy lucen imposibles de replicar.


Jordan dejó cifras históricas en los playoffs, incluido su promedio de más de 40 puntos en unas Finales, mientras que Russell heredó un récord casi mitológico con sus once títulos en trece años. LeBron, por su parte, ha construido una carrera centrada en la consistencia extrema y en una capacidad única para mantenerse entre los mejores durante más de dos décadas. Su récord más emblemático, los puntos totales de carrera tras superar a Kareem Abdul-Jabbar, sigue ampliándose con cada temporada.


James inicia la campaña 2025-26 con 50.473 puntos acumulados entre fase regular y playoffs, una cifra tan descomunal que su eventual superación exige promedios casi inhumanos por más de veinte años. Kevin Durant, el jugador activo más cercano, está a más de 15.000 puntos y, con 37 años, difícilmente tendrá margen para acercarse. A esto se suman sus apariciones en 21 Juegos de Estrellas, el récord de partidos de playoffs disputados y dos décadas anotando al menos 25 puntos por partido.


Su permanencia en la élite tiene tanto que ver con su talento como con la disciplina inquebrantable hacia el cuidado de su cuerpo. Desde joven invirtió grandes sumas en preparación física y recuperación, una rutina que se ha intensificado con los años. La NBA evolucionó hacia un juego más veloz, de mayor ritmo y con exigencias atléticas extremas, lo que derivó en la era del “load management”, donde las estrellas dosifican esfuerzos para evitar lesiones. En ese contexto, que LeBron mantenga esta disponibilidad, especialmente camino a sus 41 años, es una rareza absoluta.


La temporada pasada solo un puñado de figuras disputó más de 70 partidos, y LeBron estuvo entre ellas pese a enfrentarse a lesiones y a la natural carga de su edad. La suya es una resistencia que se convirtió en rasgo de identidad, y mientras siga en la duela, la NBA continúa disfrutando de una presencia que definió una era y que aún no parece lista para despedirse.


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