Tensión máxima antes de la final entre Real Madrid y Barcelona
- Jairo tibaquira castro
- hace 5 días
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El Real Madrid decidió romper todos los protocolos establecidos para la gran final de la Copa del Rey, tras la conmoción que generaron las declaraciones del árbitro designado para el partido, Ricardo de Burgos Bengoechea, y del encargado del VAR, Pablo González Fuertes.
A menos de 24 horas del esperado encuentro contra el Barcelona en Sevilla, el club ‘merengue’ anunció que no participaría en la rueda de prensa oficial, no realizaría su entrenamiento en el estadio La Cartuja y tampoco acudiría a los actos organizados por la Real Federación Española de Fútbol. Una decisión drástica que sorprendió a todos los medios de comunicación y asistentes al evento.
El detonante de esta medida fueron las emotivas palabras del árbitro De Burgos, quien entre lágrimas expuso el impacto personal que han tenido las críticas y presiones, especialmente hacia su familia. Real Madrid, a través de un mensaje en su canal oficial, calificó la situación como “grave” y expresó su inconformidad por permitir que los árbitros hablaran públicamente antes de un partido tan decisivo.
Los periodistas y camarógrafos, que esperaban cubrir la rueda de prensa de Carlo Ancelotti y presenciar el entrenamiento, quedaron desconcertados al ver que el club no se presentó. Además, el presidente Florentino Pérez y los altos directivos también declinaron asistir a la cena protocolaria organizada por la Federación en el Real Alcázar de Sevilla, reafirmando el distanciamiento institucional.
Aunque el Real Madrid no solicitará de forma formal la sustitución de los árbitros, dejó claro que considera que De Burgos Bengoechea y González Fuertes no deberían dirigir la final, por lo que ahora se espera una respuesta de la RFEF. La tensión es máxima y el ambiente previo al partido, que ya era vibrante por el clásico, ahora está marcado por la polémica y la incertidumbre.
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