Kevin Castaño en la mira tras su peor noche en River antes del Superclásico
- Jairo tibaquira castro
- 25 abr
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River Plate vivió una noche de contrastes en su visita a Quito por la tercera fecha de la fase de grupos de la Copa Libertadores. El equipo argentino logró remontar un 2-0 frente a Independiente del Valle y se llevó un empate 2-2 que le permite mantenerse como líder del Grupo B, con apenas un punto de ventaja sobre sus rivales más cercanos. Sin embargo, más allá del resultado, el foco de muchas miradas terminó centrado en el colombiano Kevin Castaño.
El volante, de 24 años, fue titular por sexta vez en siete partidos con la camiseta de River. Pero esta vez, su actuación dejó muchas dudas. Le costó encontrar precisión, perdió balones clave y su desconexión en el medio campo pesó en el trámite del juego. Fue sustituido al minuto 59 por Matías Kranevitter, y los comentarios posteriores no fueron nada benévolos. Medios argentinos como TyC Sports calificaron su actuación con un 4, la más baja desde su llegada al club, señalando que fue “una máquina de errar pases”.
Castaño había llegado a Núñez como una apuesta sólida por su estilo moderno, sobrio y equilibrado. Se destacaba por aportar orden al medio campo y por ser una primera salida limpia desde atrás. Pero la exigencia en River es máxima, y no hay margen para noches grises, especialmente cuando el calendario señala el partido más caliente de la temporada: el Superclásico contra Boca Juniors.
El duelo ante Boca, que se jugará este domingo en el estadio Monumental, será el primer Superclásico para el colombiano. A pesar del rendimiento reciente, se perfila como posible titular, lo que representa una gran prueba tanto emocional como futbolística. Enfrentará no solo al eterno rival, sino también la presión de reivindicarse ante una hinchada exigente y un cuerpo técnico que aún le da crédito.
Castaño tiene en sus manos la oportunidad de cambiar la narrativa. Con Boca descansado —al no disputar competencias internacionales esta semana— y River necesitado de una victoria de peso, el escenario está servido para que el colombiano responda y empiece a dejar huella en los partidos grandes. Para él, el Superclásico es mucho más que un reto: es la chance de transformarse en figura.







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